domingo, 8 de noviembre de 2009

EDITORIAL DEL MES DE OCTUBRE (AÑO 1 No. 6)

DERECHO A LA PROPIEDAD, FUNDAMENTO DE UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA

Los venezolanos demócratas, hemos visto con gran preocupación lo que está pasando en el Valle del Turbio. Casi tres mil hectáreas dicen ser recuperadas, más bien diría yo, exterminadas y acabadas por los entes públicos que dicen tener competencia con la propiedad de las tierras que se usan para producir la comida de los venezolanos. Para llevar a cabo esta confiscación se alega que los terrenos no pertenecen a los dueños, que han presentado de una manera clara y cumpliendo con el marco jurídico vigente, la tradición de la propiedad de esos fundos que sobrepasa los 150 años. Todo esto ha sido desconocido por estos organismos que abusando del poder que hoy ostentan, actúan de forma arbitraria destrozando los cultivos que se desarrollan en esos fundos sin importar que representan producciones básicas en la cesta alimentaria de los venezolanos, como lo es el azúcar, que hoy está totalmente desaparecida de los anaqueles de los mercados nacionales.

No ha bastado con el fracaso de los fundos: Zamoranos, las Cooperativas de producción agrícola, las expropiaciones de fundos, como por ejemplo, El Charcote que producía 1.500.000 Kgs de carne al año cuando fue manejada por sus propietarios y hoy produce cero (0) kgs de carne, sólo alberga unos humildes venezolanos que viven en pobreza y desaliento en condiciones infrahumanas. Esta no es la Venezuela que ningún venezolano deseaba cuando en 1998, el comandante Hugo Chávez llegó a la primera magistratura del país.

Por los vientos que soplan, seguirán las expropiaciones y la destrucción del aparato productivo del país, eso es lo que llama el comandante la profundización de la Revolución Socialista. Es importante que entendamos los venezolanos que el problema de fondo que está en juego es un principio sagrado establecido en nuestra Carta Magna, como lo es el “Derecho a la Propiedad”. Ayer fueron las fincas de más de 10.000 hectáreas, hoy las de 100 hectáreas, pero mañana no sabemos si este procedimiento se aplicará a propiedades tan básicas como lo es nuestros hogares, destruyendo con todo la propiedad privada existente, erigiéndose un único dueño en el país, “El Estado”.

Es hora de que los venezolanos entendamos que ese precepto marxista que dice, “El Socialismo se construye sobre las cenizas del Capitalismo”, no tiene asidero en una población con un gran espíritu Democrático que quiere vivir en libertad.

Julio C. Anzola D.

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